Hypatia murió en marzo del año 415, y su asesinato está descrito en la obra de Sócrates el escolástico, un historiador cristiano del s. V:
"Todos los hombres la reverenciaban y admiraban por la singular modestia de su mente. Por lo cual había gran rencor y envidia en su contra, y porque conversaba a menudo con Orestes, y se contaba entre sus familiares, la gente la acusó de ser la causa de que Orestes y el obispo no se habían hecho amigos. Para decirlo en pocas palabras, algunos atolondrados, impetuosos y violentos cuyo capitán y guía era Pedro, un lector de esa iglesia, vieron a esa mujer cuando regresaba a su casa desde algún lado, la arrancaron de su carruaje; la arrastraron a la iglesia llamada Cesárea; la dejaron totalmente desnuda; le tasajearon la piel y las carnes con caracoles afilados, hasta que el aliento dejó su cuerpo; descuartizan su cuerpo; llevaron los pedazos a un lugar llamado Cinaron y los quemaron hasta convertirlos en cenizas.”
Hypatia, por Charles W. Mitchel |
No se sabe si Cirilo ordenó directamente el asesinato, pero como mínimo creó el clima político que hicieron posible unos hechos tan crueles. Más tarde Cirilo fue canonizado.
Orestes informó del asesinato y solicitó a Roma que se iniciara una investigación, pero luego hubo de renunciar a su puesto y huir de Alejandría. La investigación se pospuso repetidas veces por "falta de testigos" y más tarde Cirilo proclamó que Hypatia continuaba con vida en Atenas.
Aunque la vida de Hypatia acabó trágicamente, su obra permaneció, alcanzando logros extraordinarios para una mujer de su época. Los filósofos la consideraron una mujer de gran conocimiento y una maestra excelente. Su brutal asesinato ha sido considerado como uno de los indicadores del final de la enseñanza filosófico-científica, de la sabiduría clásica, en Alejandría y en todo el Imperio romano. Con el asesinato de Hypatia occidente de sumió en mil años de oscurantismo medieval, si bien la ciencia griega sobrevivió en Bizancio y floreció en el mundo árabe, hasta que fue rescatada, para occidente, por los humanistas del Renacimiento florentino a partir del s. XV.
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